Curiosa forma de cultivar la amistad, apartar la mirada y negar el saludo a quien nunca quiso causarte mal alguno. Será que realmente no sabes hacer amigos, sólo deshacer, de ahí que no andes sobrada de ellos. Mal camino llevas, pero no me voy a preocupar más por ello, ni a mover un dedo a tu favor.
Un día te acercaste a mi mundo por voluntad propia. Nadie te llamó. Nadie te exigió más de lo que quisiste dar. Contigo fui amable, comprensivo y prudente. Para nada. Para nada más que ser vilmente utilizado. Y después olvidado.
Un día te acercaste a mi mundo por voluntad propia. Nadie te llamó. Nadie te exigió más de lo que quisiste dar. Contigo fui amable, comprensivo y prudente. Para nada. Para nada más que ser vilmente utilizado. Y después olvidado.
Ahora ya me harté. Probé demasiado de tu desprecio. Y ya no quiero más. Todo para ti. Para que te lo comas. Para que te hartes de él.